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El cachalote Physeter macrocephalus es mamífero marino del grupo de los odontocetos que se caracteriza por tener un cuerpo en forma de torpedo y una cabeza grande. El cachalote es el depredador dentado más grande, puede realizar inmersiones profundas de más de 3,000 m y se alimenta principalmente de cefalópodos (calamares y pulpos). Los cachalotes se distribuyen por todo el mundo, generalmente en aguas profundas mayores a los 1,000 m, sin embargo su patrón de distribución varía entre sexos. Mientras las hembras y los machos jóvenes viven juntos en grupos en las zonas templada y tropical, los machos adultos viven solos en las zonas polares y migran periódicamente a los hábitats de las hembras para aparearse.

Cachalote Physeter macrocephalus. Los adultos alcanzan longitudes desde 17 (hembras) hasta 20 (machos) metros, y pesan entre 20 (hembras) y 55 (machos) toneladas. (Fotografía: Institute for Terrestrial and Aquatic Wildlife Research (ITAW), Alemania).

Los cachalotes fueron cazados deliberadamente desde finales de los años 1700s hasta los 1980s. La cacería de un mítico cachalote albino se hizo famosa en la novela Moby Dick de Herman Melville, aunque esta novela aparentemente se basó en un verdadero cachalote buscado por balleneros de aguas chilenas llamado Mocha Dick. Los cachalotes eran cazados principalmente por su aceite y ámbar gris, pero también por su carne. Miles de ellos fueron sacrificados, hasta que la moratoria de la Comisión Ballenera Internacional se implementó en los años 1980s garantizando su protección. Aunque la cacería de cachalotes ya no es una amenaza, los cachalotes enfrentan una serie de nuevas amenazas antropogénicas, ellas son la captura incidental, interacciones con artes de pesca, colisiones con barcos y contaminación. Actualmente, se desconoce la tendencia de la población mundial de la especie, pero en algunos sitios se ha documentado una disminución de sus subpoblaciones, por ejemplo, en el Caribe oriental y el Mediterráneo. El cachalote actualmente está protegido por la moratoria y está catalogado como Vulnerable a nivel mundial por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Los cachalotes enfrentan actualmente diversas amenazas mundialmente. (a) Un macho encontrado muerto en aguas del Atlántico en 2002. (b) Un macho encontrado muerto en 2016 con grandes cantidades de desechos (plásticos, redes entre otros) en el estómago. (Fotografías: Institute for Terrestrial and Aquatic Wildlife Research (ITAW), Alemania).

Los cachalotes se han estudiado en las aguas del Caribe en Las Bahamas y Dominica desde la década de 1990. Se ha sugerido que el Caribe oriental es una trampa ecológica para la especie. Sin embargo, se conoce poco sobre esta especie en esta región. El Caribe colombiano representa cerca del 30 % del Mar Caribe y se caracteriza por tener una profundidad media de 2,700 m, con un máximo de 4,500 m. Veintinueve especies de mamíferos marinos han sido reportadas en el Caribe colombiano, incluyendo a los cachalotes. Estos reportes corresponden aproximadamente al 23 % de la diversidad mundial de mamíferos marinos. Adicionalmente, la región del Caribe colombiano tiene un importante potencial comercial y turístico; sin embargo, la información ecológica básica necesaria para apoyar y sustentar las propuestas de gestión es muy escasa.

En el Caribe colombiano existe un número creciente de amenazas para los mamíferos marinos ocasionadas por el desarrollo costero, la actividad pesquera, el tráfico de embarcaciones, el turismo descontrolado, la descarga de desechos en el mar, la introducción de especies exóticas y el cambio climático. (Fotografías: Isabel C. Avila).

Dada la importancia de la región del Caribe oriental como hábitat del cachalote, es vital monitorear las aguas del Caribe colombiano. Nuestro estudio fue el primero en hacer esto. Estimamos la densidad de cachalotes, registramos su comportamiento e identificamos áreas que pueden ser importantes para la especie. Identificamos la distribución potencial de los cachalotes utilizando datos acústicos y visuales obtenidos durante nuestros monitoreos, publicaciones y registros oportunistas desde 1988 hasta 2020. Realizamos observaciones durante cruceros sísmicos en un área de 68,905 km2 durante 703 días de esfuerzo de observación entre los años 2011–2016. Registramos 98 individuos en un total de 50 grupos, una densidad de 1.42 individuos por 1,000 km2, la cual es similar a la reportada a nivel mundial (1.4 individuos por 1,000 km2). Los cachalotes observados realizaron desplazamiento lento y rápido, exposición de las aletas pectorales y caudales, descanso, espionaje (sacar la cabeza del agua y mirar alrededor) y saltos.

Algunos de los comportamientos de los cachalotes registrados en el Caribe colombiano. (a) Dos adultos nadando lentamente (fotografía: Nohelia Farías-Curtidor); (b) Tres adultos descansando (fotografía: Isabel C. Avila); (c–d) Un juvenil saltando (fotografías: Nohelia Farías-Curtidor).

Para determinar la distribución potencial de la especie, construimos modelos con variables ambientales no correlacionadas a cinco profundidades desde la superficie hasta unos 2,000 metros. El modelo para 1,000 metros de profundidad tuvo el mejor desempeño, mientras que el modelo de superficie tuvo un desempeño relativamente pobre, lo que sugiere que el análisis de las condiciones superficiales por sí sola es insuficiente para describir la distribución de los cachalotes. Este resultado no es inesperado, ya que el cachalote se sumerge a grandes profundidades para alimentarse. De las variables ambientales que influyeron en la distribución del cachalote, las más importantes fueron la distancia a la costa y el espesor de la capa mixta del océano (una capa con densidad, temperatura y salinidad homogéneas), la cual juega un papel importante en la dinámica del fitoplancton y de la cadena alimentaria.

Este mapa muestra la probabilidad de ocurrencia de los cachalotes en el Caribe colombiano con base en el modelo de 1,000 m de profundidad. El mapa muestra la ubicación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (estas dos últimas islas denominadas en el mapa como Providencia), el Golfo de Urabá, el Golfo de Darién y los ríos Atrato, Sinú, Magdalena y Ranchería. Las áreas de color púrpura oscuro representan las áreas de mayor ocurrencia.

Identificamos que las áreas con alta probabilidad de ocurrencia de cachalotes en el Caribe colombiano están al sur y al noreste sobre el borde continental hasta aguas de alrededor de 3,000 m de profundidad, a una distancia media de la costa de 107 km, y en los alrededores del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina al noroeste. Estas áreas pueden proporcionar un hábitat tropical importante para los cachalotes en el que pueden socializar, descansar, reproducirse y alimentarse. Nuestro estudio resalta la importancia del monitoreo de mamíferos marinos en alta mar y describe la distribución potencial de los cachalotes en el Caribe colombiano, lo cual contribuye a las acciones de conservación de esta especie vulnerable.

El artículo The Colombian Caribbean Sea: a tropical habitat for the Vulnerable sperm whale Physeter macrocephalus? está disponible gratuitamente en la revista Oryx—The International Journal of Conservation.



Isabel C. Avila is a marine biologist with a PhD in environmental sciences. Her research focuses on studies of behaviour, abundance and distribution of marine mammals in relation to anthropogenic activities and environmental changes. Currently she is a Research Associate at the Institute for Terrestrial and Aquatic Wildlife Research, University of Hannover, Germany.

Isabel C. Avila es bióloga marina con un doctorado en ciencias ambientales. Su investigación se ha focalizado en estudios de comportamiento, abundancia y distribución de los mamíferos marinos en relación con actividades antropogénicas y cambios ambientales. Actualmente es investigadora asociada al Instituto para la Investigación de la Vida Silvestre Terrestre y Acuática de la Universidad de Hannover, Alemania.